Siendo uno de los más transitados del mundo, cualquier interrupción en el cruce fronterizo de mercancías entre México y Estados Unidos por la Garita Internacional de Otay en Tijuana, tiene un impacto inmediato en la logística y la economía regional.
Recientemente, las demoras provocadas por fallas en los sistemas aduaneros mexicanos han generado tiempos de espera excesivos para los transportistas, afectando la eficiencia operativa, aumentando los costos para las empresas y poniendo en riesgo mercancía sensible o perecedera.